¿ALIMENTAS Y NUTRES BIEN A LA FUTURA REPRODUCTORA?
Para nosotros la nutrición de las cerditas de renuevo es una prioridad en la granja, y una de las mejores inversiones a corto, medio y largo plazo.Una cosa son unos buenos resultados y otra los mejores posibles. Esto es especialmente importante en la nutrición de las cerditas de recría, donde la alimentación va a tener un impacto directo en el desarrollo del aparato reproductivo y osteoesquelético, pero además va a influir en toda la vida de la cerda.
Prof. Antonio Palomo Yagüe – Director Técnico Porcino ADM SETNA
Garantizar el adecuado desarrollo estructural en las futuras reproductoras durante la recría se puede lograr mediante la restricción de alimento, pero es preferible y aconsejable controlar el desarrollo durante el crecimiento a través de la restricción de energía de la dieta y la alimentación por fases, que decía Gustavo Pizarro de Pipestone.
Vamos a centrarnos en dos etapas muy específicas:
- De 100 a 150-165 días de vida (pubertad): con un pienso específico de futuras reproductoras primando el desarrollo de órganos reproductivos, así como del sistema óseo y esquelético para garantizarnos unos correctos aplomos en esta fase y durante su vida en granja.
Algunos objetivos nutricionales en esta fase son:
- Ganancia media diaria desde nacimiento a 150 días entre 600-700 gramos dependiendo de genéticas. Bien conocemos como el aminoácido lisina es el limitante del crecimiento, pero no es menos importante su implicación en que la cerdita alcance la pubertad, sabiendo que niveles deficientes del mismo nos dan lugar a retraso en la edad a la pubertad y por lo tanto en su longevidad.
- Alimentación a libre disposición
- Dietas reforzadas en vitaminas (A, D, E, biotina, fólico, niacina, pantoténico, colina) y minerales (hierro, manganeso, selenio, zinc y cobre) de la mayor biodisponibilidad (orgánicos). Recordemos que entre 105-120 días de vida es donde el crecimiento tanto de músculos como de huesos alcanza un pico, y los mismos están correlacionados, siendo por tanto un periodo crítico para la integridad ósea (Danfaer y Strathe, 2012), prestando especial atención tanto a los macrominerales (calcio y fósforo) como a los microminerales.
- De 150-165 días de vida a la primera inseminación (220-240 días): con dicho pienso específico de futuras reproductoras y nunca con un pienso de cerdos de engorde ni de cerdas gestantes. Algunos de los objetivos nutricionales en esta fase son:
- Alimentación a libre disposición. En esta fase un consumo insuficiente de energía también tendrá consecuencias negativas en el desarrollo de las glándulas mamarias, y por tanto nos puede condicionar la producción lechera posterior (Vallet, 2020)
- Dietas reforzadas en las vitaminas y minerales. Una forma de conocer el adecuado estado de desarrollo óseo en las cerdas previamente a su entrada en producción es realizar un estudio de mineralización de las falanges
- No restringir nunca en las 2 semanas previas al celo de la primera inseminación, que condicionaría la calidad de los folículos y por lo tanto la viabilidad de los ovocitos y tamaño de la primera camada
- Evitar el engrasamiento, ya que en las cerdas obesas se altera la actividad mitocondrial provocando un stress oxidativo que perjudica la calidad de los ovocitos. Para ello, debemos considerar la relación edad-peso-grasa dorsal. Es por ello por lo que la energía de la dieta debemos tenerla en cuenta en cuanto a su origen (grasas vs hidratos de carbono), lo que conocemos en nutrición como dieta diluida y balanceada con niveles de fibra dietética de calidad que también nos permitan incidir sobre el tiempo de vaciado de estómago y tránsito intestinal, regulando su consumo voluntario.
Las principales empresas de genética e institutos de investigación en nutrición tienen publicadas una serie de recomendaciones nutricionales de las futuras reproductoras. Estas tablas nos deben servir de guía sobre las necesidades metabólicas, al tiempo que tener matrices de formulación adaptada dinámicas, conocer las condiciones de producción en granjas comerciales de cada una de nuestras genéticas y valorar el resto en su conjunto (sistemas de alimentación, alojamientos-instalaciones, manejo, condiciones climáticas y sanidad), correlacionándolo con los datos productivos que nos determinan la eficacia de los programas de nutrición de forma directa:
- Edad a la pubertad
- Porcentaje de anoestros y cerdas eliminadas por fallo reproductivo antes del primer parto
- Tasa de cerdas desechadas por problemas de aplomos antes de la primera cubrición fértil
- Porcentaje de cerdas que llegan a tercer parto
- Mortalidad de cerdas nulíparas
- Tasa de fertilidad a primer ciclo
- Tamaño de camada a primer parto
No quiero terminar este capítulo sin poner de relieve la importancia de la nutrición global y de muchos nutrientes en particular junto a algún aditivo sobre el desarrollo del sistema inmune de las cerditas de recría y su microbiota favorable, temas en los que se está trabajando actualmente, que asociado al resto de apartados nos dará lugar a animales más robustos y longevos.